martes, 10 de mayo de 2011

La escritura reflexiva

Foco:

El texto recorre desde los cambios de mentalidad que se tiene sobre la escritura y la oralidad hasta la función de la escritura en la educación. Define los tipos de funciones de la escritura y los modelos de producción de estos. Así, el foco central es la función epistémica de los textos escritos, principalmente en sus modelos de producción, dentro de la educación.

Resumen:

Hay un cambio de perspectiva en la cultura oral y escrita, ya no se considerará a la escritura como producto de plasmar el habla en signos gráficos. Ahora se comprende que el producto de la escritura es opaco, pues deja ver de manera indirecta el proceso de elaboración. Desde este cambio los estudios se han centrado, de la lengua escrita, en la función que adquiere los textos.

La función comunicativa es donde el texto permite comunicar e interactuar con otras personas. Por otro lado, la función representativa es “la producción de textos escritos [que] nos permite expresar conocimientos, ideas, sentimientos, creencias, fantasías, y en general, representar, crear o recrear los objetos de nuestro pensamiento” (Miras, 2001, p.67). A partir de esta última, o como una función aparte, está la epistémica.

La función epistémica es “el uso de la escritura como instrumento de toma de conciencia y de autorregulación intelectual y, en último término, como instrumento para el desarrollo y la construcción del propio pensamiento” (p.67), de esta forma la producción de un texto escrito facilita el aprendizaje.

El carácter de la escritura como instrumento de aprendizaje lo diferencia a la oralidad por varias características, en primer lugar, las reglas que rigen a los textos es más exigentes y estrictas en el ámbito de léxico y sintaxis. En segundo lugar, el lenguaje escrito tiene una distancia temporal y espacial, entre el productor y el destinatario del texto, que no se presenta en el lenguaje oral (p.68)
¿“Hasta qué punto los modelos actuales de composición escrita contemplan o no, y en qué medida, esta posible función de la escritura”?(p. 70)

Modelo de Flower y Hayes(1980) : planificar, textualizar y revisar. En este modelo el escritor intenta resolver un problema retórico, este “determina la planificación que lleva a cabo el escritor y se concreta en distintos subprocesos” (p.71). El problema retórico está ligado con la posibilidad de generar nuevas ideas y, por lo tanto, con la función epistémica. Se critica a este modelo en la concepción lineal del proceso, que a veces no se cumple: hay algunos escritores que escriben lo que se les pasa por la cabeza y en ese orden. Muchos autores consideran este procedimiento como “decir el conocimiento” (p.72).

Modelo Scardamalta y Bereiter: Distingue los dos procedimiento, “decir el conocimiento” puede producir un texto coherente sin un plan previo (p.72), y “transformar el conocimiento” donde “el escritor realiza un análisis de la tarea y trata de dotarse de unos objetivos concretos para componer el texto” (p.73). Además, está explícito sobre el carácter epistémico en la medida que este se entiendo como parte del pensamiento (p.73)

Valoración:

Este texto destaca la importancia de los procesos de escritura, pues es aquí donde se constituye la función epistémica y, además, la necesidad de un rol activo de estos procesos en la educación, es decir, “los procesos de escritura reflexiva tienen sentido en un contexto educativo en el que se enfatiza el carácter constructivo del aprendizaje del alumno” (p. 77). Y, al igual que Tolchinsky & Simó (2001) se enfatiza el problema de la escritura en tareas mecánicas de los estudiantes y no como método de transformar el conocimiento, “Ante esta situación cabe cuestionarse sobre la conveniencia de insistir en la necesidad de enseñar a escribir reflexivamente” (Miras, 2000, p.78)

Bibliografía


Miras, M. (2000). La escritura reflexiva: aprender a escribir y aprender acerca de lo que se escribe.Infancia y aprendizaje (89), pp. 65-80.

sábado, 7 de mayo de 2011

La escuela en los procesos de alfabetización

Foco:

El supuesto en el que se basa el texto es: “la escuela tiene un papel fundamental en la alfabetización definida como la participación activa en la cultura escrita, para ser parte de ella, para disfrutarla y acrecentarla” (Tolchinsky & Simó, 2001, p.159). De esta manera el texto acerca los estudios de cultura oral y cultura escrita al ámbito de la educación y la manera en que se ensaña esta.

Resumen:

Tecnologías de la comunicación y de la información
Existen otros agentes alfabetizadores en la sociedad aparte de la escuela, como lo son las nuevas tecnologías de la comunicación. El hecho de no incorporar estas nuevas tecnologías a la escuela significa que su papel de alfabetizador irá despareciendo, y el problema se magnifica para aquellos que dependen solo de la escuela como medio para alfabetizarse. Esto genera una distancia en tanto el cuánto aprenden y el cómo aprenden ambos casos (escuela con nuevas tecnologías y las que no), por esto todas las escuelas deben incluir nuevos agentes alfabetizadores a parte de el texto a “lápiz y papel” (p.160).
Otra forma de que la escuela funcione como agente “desalfabetizador” es la insistencia enseñanza de la escritura como transcripción del habla, lo que hace que el alumno considera “el acto de escribir como un montaje de frases hechas” (p.160), lo que produce un alejamiento a la revolución cultural de la alfabetización.

La revolución cultural de la escritura
La invención de la escritura significó una manera diferente de conocer. El libro The origins of the modern mind, M.Donald explica la evolución de los sistemas de representación. La primera etapa es la cultura Episódica, donde los primates tienen la habilidad de recordar, ubicarse y reacción ante situaciones conocidas (p.161), pero no son capaces de crea otra representación externa. La segunda etapa es la Mimética, aquí los primates son capaces de dejar rastros y solucionar problemas más allá de los inmediatos; si bien no hay pruebas de lenguaje, el autor asume que existía una comunicación mediante gestos. La tercera es la cultura Mítica, existe el “habla gramatical” (elementos funcionales + palabras) y una co-evolución lenguaje – cerebro. “El mito es una herramienta mental integradora que da sentido unificador a la experiencia” (p.162) y desarrolla la habilidad narrativa. Finalmente, la cultura Teórica, donde predomina la creación de medios externos y, de esta forma, la escritura como medio por el cual la memoria se externaliza.

El valor de la escritura en la escuela
“La conciencia de ser partícipes de una revolución cultural tendría que notarse en la elección del material gráfico con la ayuda del cual alfabetizamos” (p.164)
Otro riesgo que tiene la escuela como “desalfabetizadora” es la sobreexplotación del escribir, es decir, todo trabajo o experiencia debe ser escrita, al igual que toda evaluación. En contra de este uso indiscriminado de la escritura se recomienda escribir cuando tenga sentido hacerlo.
La escritura ha sido y será importante en la historia cultura y “En la medida en que la escuela valore el efecto transformador de la escritura podrá mantener su papel de agente alfabetizador” (p.165)

Valoración:

Con la lectura del texto se reflexiona como la escuela utiliza en exceso la escritura: pruebas escritas, trabajos escritos, copiar del libro al cuaderno, corregir la prueba copiando 5 veces las respuestas correctas que se erró, y no aprovecha el carácter creativo que incluye la cultura oral y escrita.
El texto se puede complementar con La escritura reflexiva. Aprender a escribir y aprender acerca de lo que se escribe (2000) de Miras, ya que si se considera la función epistémica, escritura como instrumento para el desarrollo y la construcción del pensamiento propio (Miras, 2000, p.67), en las escuelas, estas utilizarían métodos más acordes para mantenerse como agente “alfabetizador” y no lo contrario.

Bibliografía:



Tolchinsky, L. & Simó, R. (2001). La escuela en los procesos de alfabetización. En Escribir y leer a través del currículum (pp. 159-165). Barcelona: Universidad de Barcelona

viernes, 6 de mayo de 2011

Historia del saber leer y escribir

Foco:
El texto se caracteriza por mostrar el cambio de la valoración de la cultura oral y escrito a través del tiempo, la influencia de la temporalidad al momento de acceder a la mentalidad del escritor, y como el modo de leer ha cambiado esta.

Resumen:
En primer lugar, en el texto se hace una distinción entre cultura oral y cultura escrita. De similar manera que el texto de Blanche-Benvesnite (1998), se señala como la escritura ha tenido una consideración más importante que la oralidad dentro de la sociedad, se considera a la oralidad como forma “originaria” de la cultura y a la escritura como esencia de las culturas desarrolladas (Chartier & Hébrard, 2000, p. 12). Además, se indica como la escritura ha sido por mucho tiempo una representación de poder.
Luego, ¿El acceso a la escritura ha modificado las actividades mentales que supone el dominio de escribir? Durante mucho tiempo se creía que leer no tenía influencias temporales, leer era siempre leer, sin importar tiempo, lengua o contenido. Y se afirma que para acceder a las mentalidades se debe conocer el proceso de producción del texto. “Religiones, técnicas, saberes, obras intelectuales u obras de arte son otras tantas huellas que muchas veces han llegado a ser las referencias compartidas de un tiempo, y otras veces han sido el privilegio exclusivo de un grupo social”(p.13), y a través de estas marcas se puede conocer no solo que pensaban, sino también como construían los pensamientos.
Finalmente, y lo más destacable, se explica los cambios que existen en los textos durante la historia, como llegan a ser los textos que se conoce hoy desde aquellos textos que fueron creados para leerse en público, es decir, sin separación de palabras. Así, de una literatura grupal se llega a una literatura individual y silenciosa. El hecho de leer solitariamente exige que lo conocimientos que antes no se tenían internalizados, pero que se compartían en una lectura grupal, ahora estén internos en cada persona. Es decir, “Si el sentido de un texto se va estableciendo a medida que se lee, éste también depende del saber acumulado anteriormente”(p.20), y , de esta manera, resulta más fácil leer y retener un texto del cual ya se tiene información o conocimientos previos.

En conclusión: “A lo largo del tiempo, las necesidades de lectura y escritura han variado de forma considerable, tanto cuantitativamente (¿quién necesita leer y escribir?) como cualitativamente (¿qué se necesita saber leer y escribir?)”(p. 23)

Apreciación:

Este texto es interesante al destacar la importancia del paso del tiempo dentro de la relación que se tiene como lector con este, pues, es distinto un texto destinado a ser leído de forma grupal a destinado a ser leído de manera individual. Así, también, influyen los conocimientos previos que se tiene sobre el contenido de lo escrito.

Sin embargo, este texto es más cercano a ser base para los estudios de escritura, lectura y sociedad, que profundización sobre el tema. Pues, plantea muy claramente cómo el tiempo influye en las necesidades de lectura y la escritura; pero, deja de lado respuestas a cómo esto se ve reflejado en la producción de textos (desde la sintaxis, por ejemplo).

Bibliografía:

Chartier, A & Hébrard, J. (2000) Saber leer y escribir: unas “herramientas mentales” que
tienen su historia. En Infancia y aprendizaje (pp.11-24)